En estos meses de estar en casa, todos nos hemos visto afectados, la suspensión de clases, las preocupaciones económicas y laborales y el miedo al contagio, han aumentado el estrés de la población en general, generando trastornos de sueño y mayores niveles de ansiedad y depresión, cada vez se habla más sobre los efectos de la cuarentena en la salud mental de los adultos. El día de hoy, hablaremos sobre cómo la viven los niños y las niñas.
La reacción a toda esta situación, va a depender de varios factores, uno de ellos es la edad del niño, los niños pequeños no tienen la misma reacción al estrés que tienen los niños mas grandes o los adultos, cuando viven algo estresante o escuchan algo que les da miedo, no tienen las herramientas para poder decidir si eso que escucharon les puede suceder a ellos también, o cómo les va a impactar, por lo que pueden muy fácilmente sentirse muy angustiados. Por eso es muy importante que no estén expuestos a noticieros ni conversaciones sobre temas fuertes, por otro lado, si se les protege de esta información y su ambiente familiar es estable y tranquilo, no parecen batallar mucho en adaptarse a estos cambios en su día a día, incluso a esta edad, los niños pueden disfrutar mucho de la cercanía que están teniendo con su familia. En cambio, los niños en edad escolar suelen tener mucha información sobre el COVID-19 y estar igual de preocupados que un adulto, han perdido contacto con sus amigos, maestros y otros seres queridos, han cancelado eventos importantes para ellos, como fiestas de cumpleaños, torneos de soccer y graduaciones. Si tu hijo o hija está triste porque está consiente que no irá a la escuela en mucho tiempo y extraña hacer las cosas que normalmente hacía, además de la edad hay otros factores que influyen en cómo va a vivir un niño la cuarentena, una familia dónde los adultos están muy sobrepasados por la situación económica, las preocupaciones de salud o donde la dinámica familiar está muy emproblemada, va a ser mucho más estresante para un niño, que una familia donde no hay tanta preocupación por lo económico, todos están sanos y se llevan bien. Aún así los niños se pueden estar sintiendo fastidiados de estar en casa, tristes por dejar de hacer muchas cosas que les gustan, aburridos por no jugar con otros niños, qué podemos hacer los adultos para ayudarles a sentirse bien, la primera recomendación es tratar de aprovechar cualquier oportunidad que se presente para pasar un buen rato juntos, esta convivencia será como tener un guardadito de emociones positivas que va a tener ti hijo o hija ahí almacenado en su interior para cuando se necesite y además les va a dar mayor cercanía emocional en la relación madre hija o madre hijo. Cualquier actividad que tu hijo disfrute y que pueda realizar contigo, te va a servir para aumentar su felicidad y para sentirse con la confianza de hablar de sus sentimientos si necesita hacerlo.
La segunda recomendación, es que hables de lo que está pasando, de forma adecuada a la edad de tu hijo o hija, para no asustarlo de más, puedes aprovechar las pláticas casuales para irle dando la información que consideres oportuna, es decir hay que hablarle con la verdad, pero no darle información de más o estresante. La tercera recomendación es que te mantengas alerta de las señales de estrés excesivo o depresión, pueden ser síntomas emocionales como miedo, cambios de humor repentinos, irritabilidad y enojo, síntomas conductuales como cualquier cambio drástico en su comportamiento y síntomas psicosomáticos, es decir malestar físico de origen emocional como dolor de cabeza o de estómago inexplicables, cambios en el apetito y dificultades de sueño. En la mayoría de los niños de edad escolar, estos síntomas de estrés disminuyen o desaparecen después de algunos días, en casos más serios pueden presentarse de forma intermitente por varios meses, mientras mas tiempo duren los síntomas, más grave se considera el problema ya que el estrés que dura mucho tiempo puede desencadenar una depresión.
La recomendación es que al finalizar la cuarentena estar al pendiente de los niños y observarlos, valorar si está muy ansioso al salir de casa o al despegarse de sus padres. La cuarta recomendación es que en estos momentos te esfuerces por ser buena escuchando a tu hijo o hija, motivarlo a que te hable de sus sentimientos, los niños pueden superar muchas situaciones de estrés o tristeza simplemente hablando con un adulto que les ofrece su apoyo, en estas pláticas trata de no juzgar ni resolver o que tu hijo o hija está sintiendo, sólo ayúdalo a que se exprese, algo que ayuda mucho en estas conversaciones, es que le reflejes a tu hijo o hija lo que estás escuchando, puedes hacer esto repitiendo en tus propias palabras lo que tu hijo o hija está diciendo, por ejemplo: si te dice que se siente mal porque no va a poder ir a la fiesta de su primo ni a la escuela, tu le puedes decir… ¿entonces te sientes triste, porque te estás perdiendo de muchas actividades que te gustan? Y así tu hija o hijo, va a saber que la estás escuchando con atención y que te interesa como se siente. Trata de darle tranquilidad sobre el futuro, sabemos que a veces puede ser difícil ante la incertidumbre, pero es importante que sepa, que este período pasará. Además de esforzarte por escucharlo con atención, te recomendamos que lo sigas observando, muchas veces los niños no logran hablar de lo que les pasa, pero muestran su malestar con cambios de conducta. Por ejemplo: un niño puede no decir nada de tener miedo a un contagio, pero empieza a tener problemas para dormir solo en su cuarto, si ves a tu hijo o hija tener un comportamiento extraño trata de observar con atención y habla también con tu esposo ha ver que ha visto él. La quinta recomendación es que identifiques que puedes hacer para que tu hijo o hija se sienta mejor. Una vez que te ha platicado lo que siente y lo has estado observando, ayúdale a pensar qué cosas pueden hacerlo a sentir mejor, si a ella o él no se le ocurren ideas, puedes sugerirle algunas. Básicamente hay dos tipos de ideas para aliviar el estrés y la depresión, los remedios y las distracciones.
Los remedios son cosas que se pueden hacer aprender para tolerar y manejar esta situación, por ejemplo: si un niño extraña a sus abuelos, un remedio podría ser hacer una video llamada con ellos, una distracción se trata de que la mente piense en algo distinto al estrés o la depresión, por ejemplo: puede ver videos de risa. Hemos encontrado que las personas se sienten más animadas si piensan que esta situación es temporal. Una actividad que le puede ayudar a tu hija o hijo, es hacer una lista de todas las cosas que quiere hacer cuando termine la cuarentena, puedes ayudarle incluso a planear los detalles de esas actividades por ejemplo; si dice que van a ir al parque le puedes ayudar a que se lo imagine más vívidamente preguntándole si va a querer hacer un picnic, que alimentos van a preparar, a que juegos se va a subir, con qué amiguita va a jugar.
Resumiendo:
Aprovecha cualquier oportunidad que se presente para pasarla bien en familia.
Mantén informado a tu hijo de lo que esta sucediendo con información apropiada a su edad, procura no exponerlo (a) a noticieros ni platicas de adultos.
Mantente alerta a las señales de estrés excesivo y depresión, busca ayuda profesional si lo crees necesario.
Observa y escucha con mucha atención a tu hija, ayúdale a hablar de lo que siente.
Busquen remedios y distracciones del estrés.